La interiorista Emma Masana firma la reforma de esta casa de nobles y cálidas atmósferas. El reto fue sacar el máximo partido al espacio sin entrar en grandes obras. Con sensibilidad y habilidad a partes iguales.
Hallamos esta elegante vivienda en una finca regia de Barcelona. El proyecto es una reforma realizada estructuras sin modificar las estructuras ni el pavimento, respetando la distribución preexistente. La única excepción es la cocina, que se hizo totalmente nueva. Una transformación con acierto y buen gusto, llevada a cabo por la interiorista Emma Masana.
Emma se preocupa por los gustos y el estilo de vida de los propietarios hasta el punto de convertirlos en piedra angular de sus proyectos. En esta ocasión su trabajo era lograr que cada espacio tuviera protagonismo y que entre ellos fueran armónicos. Se partía de una estructura señorial, con paredes y techos altos y artesonados, y un pavimento de tarima en espiga.
La madera se convierte así en el material estrella. En ello influyó también el hecho de que los espacios se aboquen al exterior a través de grandes ventanales, lo que ha facilitado jugar sin complejos con colores incensos, especialmente en los dormitorios. El dormitorio es un ejemplo de otra de las claves de esta reforma: la amplitud de los espacios, que permitió a Emma la combinación de piezas diferentes y exquisitas, todas con mucho estilo. En cuanto a las zonas de día, éstas se comunican a través de cómodas áreas de paso y cuentan con una galería.
Sumado al color, es frecuente encontrar papel pintado en las zonas de paso. En algunas de ellas, una cuidada selección de mobiliario de herencia se convierte en el elemento de referencia, gracias en gran medida al estilo señorial de la casa, Tapizados con cálidos tejidos, que responden a una gama cromática neutra y armónica, se combinan con total naturalidad con piezas que firman clásicos del diseño moderno.
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