Uno de los mayores inconvenientes del alicatado que solemos lucir en nuestros baños, es la dificultad a la hora de taladrar para poder sujetar los complementos. En realidad la tarea en sí no es demasiado complicada, basta con usar una broca adecuada y aplicar un par de trucos para que la cerámica no se rompa.
Lo que resulta más engorroso es la nula capacidad de corrección, ya que sobre este material, una vez has hecho el taladro, es complicado disimularlo, de manera que cuando cambiamos dichos complementos nos las vemos y deseamos para tapar o reutilizar esos mismos agujeros.
Para muchos fabricantes, esta es una asignatura pendiente: producir una línea de artículos de baño que no precise taladro y que ofrezca una fijación firme en una estancia de uso continuo. LaVì es una nueva propuesta en este sentido, ya que una de sus principales características es que se compone de piezas que se fijan a las paredes con un adhesivo especial desarrollado por 3M.
Su otra baza es el diseño de corte minimalista, ya que la colección está realizada con pletinas de acero inoxidable cromado sin soldaduras, con formas que se inspiran en el origami. Estas se complementan con jaboneras, dosificadores y vasos, realizados en policarbonato de distintos colores, que se acoplan sobre las barras sin herramientas, tan solo mediante presión.
Más información | Koh-I-Noor
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